CORAZON EN PENUMBRA
Sentado bajo la lluvia, veía la vertiginosa y peregrina huida de mil hilos de agua, la sal de los ojos de los dioses derramándose a torrentes de mala manera, en las calles de los mortales, en el tejado de las casas, en las sombras escuetas de los cipreses fantasmales, en la cara tosca de las farolas amarillas como velámenes intrincados por la mala mar.
Era una noche en ruinas, abandonada por las almas de la madrugada.
Excelso en mi afición noctámbula fui abrazado por el frío de la noche, por él beso de tu partida, por la lagrimas de tus pavores, porque Prefiero los libros así viejos como tus ojos. milenarios, de tapas descascaradas como tu corazón. Así como tus hojas amarillentas, tristes y arrugadas prefiero los libros como tu verbo y tu prosa contadora de hermosas historias elocuentes dramatizadas por tus manos y con los gestos de tu rostro eterno en mi memoria. inmortal en mi historia,
Era una noche sin luna, la noche de las luciérnagas ahogadas, la del búho parlanchín de suertes, la noche de mi sonrisa extinta, la noche de mi corazón en penumbra.
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