CRIMEA.

Y que hago yo con la luna?

Como me robo su luz plateada?

Como hago cuentas de los días de un siglo? contando besos de tu boca mansa.

Como destierro esta pena mía, como la arranco de mi pobre alma? 

Tal ves desde este puerto mi frontera, cazando estrellas, pescando el Alva.

Bordando cielos, trazando mapas.

Bajo la tibies de tus brazos míos, voy encontrando la

Paz deseada.  

Voy subiendo sin afán tus ríos, voy escalando tu cumbre magna. Y allá situado en tu monte verde, voy a libar de tu flor de Dalia.

Cuidando siempre tus sueños mi niña. 

Cuál guardián pétreo desde su atalaya.

Voy a vagar por tu sol naciente, atrapando sueños de tu voz callada.

Voy a vestirme con la luz de tu encanto, voy a morar bajo tu cielo arcano. 

Te contaré de bucaneros y corsarios, de ojos tristes y voz de rayo.

En la bravura de este mar inmenso, coleccionaré recuerdos entre sus peldaños 

Arrancare la duda de tu piel de arena, ahogaré en sus aguas viejos calendarios.

Solo así te hallaré completa, navegando al este cruzaré Crimea, llegaré a las radas de las soledades, vigilando al mar y A sus  tempestades.

De la ultramar te daré sus reliquias, sus latitudes y sus naufragios.

El corazón latente de una sirena que quedó varada entre mis estuarios.

Te diré al oído que eres mi musa, mi buena estrella, mi mar, mi bruma.

Te arrullaré en mis brazos de fantasía, te colmare de amores por siempre mi niña.

Voy a protagonizar tus cuentos tiernos, entre tus praderas sembraré mis campos, cortare la flor fresca de la mañana, poblaré tus cimas en un mes de mayo.

Y mientras te canto con mi voz herida, bajo la sombra de tu bosque amado, te diré que eres la redención de mis ruinas, la rosa hermosa que he amado...